viernes, 14 de mayo de 2010

Camps, ese pobre mileurista

La principal línea argumental del PP para defender a Francisco Camps se basa en asegurar que a todo un presidente autonómico no se le puede «empapelar» (González-Pons dixit) por cuatro trajes, de manera que se entiende que para los populares el delito de cohecho o de robo no es tan importante en sí como la cantidad recibida o sustraída. En otras palabras, a Jaume Matas se le aparta porque se ha pasado cuatro pueblos y a Camps se le perdona porque cuatro trajes se considera que son un desliz (y un cierto grado de corrupción es consustancial a la política, como dijo Esperanza Aguirre).

Lo malo del argumento es que resulta muy discutible que Camps no se dejara comprar por 12.783 euros (que es lo que recibió en regalos como trajes, zapatos y hasta entradas de circo de las empresas de la trama Gürtel). Rebobinemos un poco y situémonos en el 23 de febrero pasado. Ese día se publicitó a bombo y platillo que el molt honorable estaba en una situación personal próxima a la bancarrota. Camps hizo pública su declaración patrimonial y supimos que poseía una cuenta corriente con 905 euros, otra compartida con su mujer con 2.700 euros, un coche de más de 15 años (de un valor inferior a 1.000 euros) y la mitad de un inmueble en Valencia valorado en 110.000 euros.
La conclusión es evidente. Una persona que no tiene ni mil euros en el banco pudo resultar un blanco fácil para los corruptores de la trama Gürtel, que basaban su estrategia en inundar de regalos los despachos de la Generalitat valenciana. Los números cantan: Camps recibió de la trama 14 veces más dinero del que figura en su cuenta corriente. Visto así las cosas cambian. Y uno no puede dejar de pensar que los políticos están muy mal pagados en este país si un presidente autonómico no puede ahorrar un poquito con su sueldo y tiene que aceptar regalos de un «amiguito del alma» a quien su Administración colma de contratos.
Aunque lo más triste es que la situación económica de Camps es representativa de toda la Comunidad Valenciana. Desde que empezó la crisis, el paro se ha disparado hasta el 23,04% –tres puntos más que la media española– lidera junto a Aragón la caída del PIB (un -4,3%) y su renta per cápita ha pasado de ser un 96,5% de la española en el 2000 a un 89,4% en el 2009, hasta el punto de ser superada por cinco autonomías.

El despertar de la resaca urbanística está siendo muy duro para los valencianos y la cuenta corriente de Camps da buena muestra de ello. Por eso está tan seguro de su gancho electoral, porque es un ciudadano más y no un aspirante al Nobel de la honestidad. Porque, digámoslo claro, en plena crisis, ¿quién habría rechazado esos bonitos trajes? Y sobre todo, ¿quién se hubiera privado de una buena función de circo?

DAVID Miró . el periodico.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

PuBlIcAciOnEs PdF

KoMpArTiR

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More