lunes, 26 de abril de 2010

Como invertia su dinero negro Don Vito ?



El capo de la trama Gürtel, Francisco Correa, actuaba de forma arriesgada en sus tratos con políticos para lograr contratos de las administraciones públicas más allá de la legalidad, pero en cambio era un inversor con un perfil muy conservador cuando se trataba de administrar el dinero que había escondido en paraísos fiscales o en países con secreto bancario. Así se desprende del sumario del caso, a partir de las explicaciones del principal gestor de su patrimonio en Suiza, Arturo Gianfranco Fasana.
Fasana fue detenido en el aeropuerto de Barajas el 20 de mayo del 2009, un día después prestó declaración ante la Unidad Central de Delincuencia Económica y el 22 se ratificó en los mismos términos en el juzgado, de donde salió en libertad. En ambas declaraciones quedó claro que si la justicia española logra recuperar una parte importante del dinero evadido al exterior por Correa, que también se hacía llamar Don Vito, y por su número dos, Pablo Crespo, será gracias a su iniciativa, pues fue el propio Fasana quien decidió bloquear las cuentas de ambos en Suiza.
El gestor tomó esa decisión tras enterarse por la prensa de las presuntas actividades delictivas de sus clientes y el ingreso de ambos en prisión el 7 de febrero del 2009. En estas cuentas hay actualmente unos 17 millones de euros. Pero Fasana no lo hizo solo por honestidad. Estaba en juego su reputación (se dedica a la administración de patrimonios en Suiza desde hace 30 años) y la de su principal sociedad, Rhone Gestión, con sede en Ginebra e importantes clientes de toda Europa.

Fasana conoció a Correa a través del abogado Ramón Blanco, también imputado. El letrado se lo presentó en el 2004 durante un viaje a Suiza. Fasana creó la compañía Golden Chain, domiciliada en el paraíso fiscal de Panamá y con una cuenta en Suiza, de la que él era el director y Correa el beneficiario. A esa cuenta se traspasaron fondos de otras cuentas de Don Vito que Fasana gestionó.

Transferencias millonarias

Según declaró el gestor, Correa era un inversor «muy conservador». «Solo quería inversiones en obligaciones de primerísima calidad [calificados con la categoría AAA], es decir, un beneficio razonable, con un riesgo mínimo». Y citó la compra de «unos tres o cuatro millones de euros» de bonos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o multinacionales con alta solvencia, como Nestlé.
Para Crespo creó otra sociedad en Panamá, Mall Business, también con una cuenta en Suiza y que se estrenó con una transferencia de Golden Chain de 1,3 millones. Los activos de ambas cuentas aumentaron hasta la detención. Entonces había unos 17,4 millones en la de Golden Chain y 1,3 millones en la de Crespo.

Otro de los encargos de Correa y Crespo fue la constitución de otras sociedades en paraísos fiscales en las que sus nombres no aparecían y que les sirvieron para comprar un barco y dos viviendas de lujo en Colombia.

El sumario incluye un informe de la Agencia Tributaria del 23 de noviembre del 2009 en el que se cuantifican las deudas fiscales de Correa y de Crespo en concepto de IRPF teniendo en cuenta los fondos escondidos en Suiza y otros ingresos opacos. En el caso de Don Vito, que ni siquiera presentaba la declaración de la renta, la deuda tributaria que debería pagar por los ejercicios del 2002 al 2007 asciende a 18,7 millones. Crespo fue más moderado: hizo la declaración del IRPF cada año, pero la cantidad adeudada entre el 2002 y el 2008 suma 627.554 euros en total.
Para más inri, en el 2005 presentó una declaración negativa de 772 euros y «en el ejercicio del 2008 solicitó una devolución por IRPF de 176,66 euros».

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